sábado, 28 de enero de 2012

LJAF

Si algo he aprendido realmente de todo esto, es a seguir adelante, a continuar esforzándome hasta el final. A caerme y seguidamente levantarme, a aprovechar las oportunidades que seguramente no se volverán a repetir: A saber coger la mano cuando me la extienden y a no ponerme la piedra delante para tropezarme, porque es verdad eso que me han dicho alguno vez, no soy de las que se tropiezan dos, ni cincuenta veces con la misma piedra, soy de las que se ponen la piedra delante para tropezarme una vez, otra vez y otra más. He aprendido que con frustraciones, llantos y quejas no se consigue nada, pero que ese es el primer paso para solucionarlo. También he aprendido (o más bien me han enseñado) que "más vale una vez colorá, que ciento amarilla" y que para equivocarse siempre hay tiempo de sobra , pero que no sobra el tiempo a la hora de pedir perdón. Que la paciencia se agota a media que pasa el tiempo y que la mejor forma de conserva la amistad, es dosificando el ruido de la propia presencia. Que no sirve de nada hacer planes, porque luego no se siguen, y si se siguen salen mal.. Pero creo, que sin duda, lo más importante que  he aprendido, es que no se aprende a apreciar lo que se tiene hasta que se pierde, aunque bueno, puede que no esté del todo perdido.

2 comentarios:

  1. owww Esto verdaderamentt muY cierto ^-^
    debemos seguir adelnate pase lo ke pasaa
    aprender de nuestras caiidas
    muY lendo tu blog
    Yo ya te siigo !!
    Me siigues.? :O

    Att: Sandii bLÜ

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